1 de abril de 2009

Que debería contener el programa del próximo Gobierno

En 2010, Costa Rica elegirá nuevo Gobierno, y pronto nos empezaran a llegar las propuestas programáticas de diversos grupos y candidatos, he aquí lo que creo es lo mínimo que nos deberían ofrecer:

En el área de ECONOMÍA

· Abrir la economía, descartando los aranceles y protecciones a productores en lo agrícola, en lo industrial, en lo financiero. Eliminar las aduanas y establecer una política de fronteras abiertas a capitales y personas, incluyendo a los profesionales.

· Dolarizar la economía.

· Dejar el impuesto de ventas en un 10% y mantener un único impuesto a los ingresos, del 13% por ciento; eliminar el resto de tributos. Sólo con esto, el ingreso real aumentará en , por lo menos, un 10%, sin afectar el presupuesto y se reducirá la evasión.

En relación al EMPLEO

· Buscar el pleno empleo, que se proponga, en adelante, que los contratos laborales serán voluntarios para las partes. Además, que haya libre emprendimiento, sin trámites municipales, estatales, tributarios o laborales, la papelería y tramitología inútil que se elimine.

En EDUCACIÓN

· Para lograr educación de calidad, debe haber libertad de educación, sin programas, textos, acreditaciones ni pruebas oficiales emitidas por un Ministerio centralizado. En adelante las Juntas de Educación se deben transformar en “un directorio” de cada centro educativo, dependiendo directamente de los Gobiernos Municipales. Los colegios y escuelas competirán tanto por la oferta de maestros como por la oferta de estudiantes. Las universidades estatales se convertirán en entes autónomos, las becas y ayudas para la demanda de estudiantes universitarios, se redirigirá hacia los estudiantes pobres de los niveles básico y medio de la educación.

AMBIENTE

· La hacienda de todos los costarricenses que nos la devuelvan, para que la aprovechemos: tierras, aguas, islas, bosques, termas, orillas de lagos, de ríos de playas, reservas mineras, desembocaduras y empresas estatales, tales como ferrocarriles y bancos del Estado deben pasar a ser propiedad de las personas.

En lo ambiental las reglas simples de protección deben reemplazar al "prohibicionismo".

El Estado debe hacer bien lo que ha venido haciendo mal; y su cometido es: velar por los derechos ciudadanos, por el cumplimiento de los contratos, por la seguridad, la justicia de verdad y por encima de todo: por la libertad del individuo.

Para lograr el progreso y alejar la pobreza, dejar a los ciudadanos en libertad, sin tutelas ni ataduras.

23 de marzo de 2009

Mi visión sobre los retos que tenemos como país

El proceso de globalización económica, de progreso científico tecnológico, la creciente internacionalización de la vida social, la amenaza al ambiente, la escasez crónica, la desigual distribución de la riqueza, la inseguridad ciudadana, la exclusión de amplios grupos del progreso económico son los retos que enfrenta la Nación costarricense.

La escasa participación de la sociedad civil en los partidos políticos, lo mismo que la debilidad, ineficiencia y la descomposición del aparato estatal, se vuelven en una paulatina apatía de los habitantes del país por los asuntos públicos y en un peligroso sentimiento de frustración hacia los fines y medio de la democracia.

La colectividad política debe ser garante de la libertad y la dignidad de todos. Debe ser la fuente del desarrollo personal buscando el establecimiento de iguales oportunidades para todos.

La igualdad de derechos y deberes, en el marco del respeto a la diversidad humana, debe ser el fundamento para el desarrollo de las capacidades, los intereses y la creatividad individuales; y de ahí, el desarrollo nacional.

Creo que la libertad trae consigo la obligación de poner los talentos personales al servicio de la colectividad, así como de buscar permanentemente la aplicación de los valores de justicia, igualdad y solidaridad, en las relaciones con los demás.

El desarrollo al que aspiramos como nación, solo podrá ser alcanzado en un régimen democrático, caracterizado por un posibilidad de acceso igual para todos, con niveles de gestión, organización, participación y calidad de vida que configuren el Bien Común.

El objetivo final de la economía es la satisfacción de las necesidades de las personas y su calidad de vida. La producción de bienes constituye un medio para la satisfacción óptima de las necesidades y niveles crecientes de calidad de vida;no es un fin en sí misma.

Para conjurar el aumento en el costo de la vida, que empobrece a la población y disminuye su calidad de vida, ha de promoverse el crecimiento y la eficiencia de las empresas, especialmente de las medianas y pequeñas, y con ello, generar empleo y aumentar los salarios reales. En esa misma línea, el mercado es la forma de organización de la economía que corresponde a la democracia en libertad y al Estado Social de Derecho. Libre mercado y un Estado con un rol social; un "Estado subsidiario", sin llegar a degenerar en Estado de Bienestar es lo que se debe buscar.

El mercado es un mecanismo de carácter meramente económico, donde se enfrentan las fuerzas de la oferta y la demanda. Por medio de esa coordinación, para la que se utilizan los precios, lo que se pretende conseguir es eficiencia económica y equidad en los procesos de interacción entre los diferentes sectores de la economía de cualquier nación.

Los mercados, libres de interferencias estatales y de monopolios, han probado dirigir de la mejor manera la oferta y la demanda, porque permiten que la producción se guíe por los deseos de las personas.

Los ciudadanos, y suplementariamente el Estado, debemos asegurarnos de que, en el proceso de obtención de la justicia económica, se logre también la justicia social.

Asimismo, se deben tomar las medidas necesarias para que el crecimiento económico que se alcance, llegue a todos los sectores equitativamente.

Objeto la suposición de que por la sola inercia o el “fluir” del sistema económico, todos los ciudadanos van a participar y beneficiarse, automática, efectiva y equitativamente del crecimiento económico. Por eso sigo creyendo en La Economía Social de Mercado ,que parte de la premisa de que la libre interacción de los agentes económicos, en un marco de competencia y racionalidad, lleva a establecer condiciones mutuamente beneficiosas para las partes.

La “doctrina” de la Economía Social de Mercado sostiene que el sistema económico más eficiente y que genera mayores niveles de riqueza es la economía de libre mercado, pero para que esta funcione bien, necesita mantener un alto nivel de competitividad, de tal manera que toda la sociedad resulte beneficiada del libre comercio; para cumplir con ese objetivo, el Estado debe tener una activa política contra los monopolios y oligopolios, ya que esas deficiencias del mercado atentan contra la economía libre, y por ende contra el bienestar y la estabilidad social.

5 de marzo de 2009

Sobre la importancia de la ideología

De forma general, ideología (del griego “idea”, y “–logía”) significa el estudio de las ideas, es decir, su origen, desarrollo y aplicación. Como definición amplia, podemos entender la ideología como el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de un individuo, una sociedad, una época, un movimiento cultural, religioso o político.

Uno de los errores mas frecuentes, en la actualidad, en las sociedades occidentales es, a mi juicio, la negación de la ideología, es decir la inactividad para efectuar un debate entre ideas.

Los totalitarismos de la historia se han caracterizado por la negación a la sana batalla de las ideas. De igual modo, todas las tiranías de la historia y todos los grandes criminales y dictadores, temieron el debate ideológico y lo cercenaron a fin de forzar su propio dictado a fuerza.

El sostenimiento de la Libertad necesita forzosamente del debate ideológico.

En la vida pública, los representantes políticos que en democracia niegan la importancia de la ideología traicionan no sólo a los ciudadanos que los votan, sino a la raíz y al concepto mismo de la función política. Aún así la palabra “ideología” referida al ámbito particular de la política ha venido adquiriendo incomprensiblemente implicaciones negativas.

Tanto es así que aunque en lengua española un “ideólogo” hace referencia a la persona que profesa una ideología concreta o a un estudioso de ella, también “ideólogo” tiene en español la acepción de “persona que, entregada a una ideología, desatiende la realidad”, o bien “persona ilusa, soñadora, utópica”, acepciones todas recogidas en el Diccionario de la RAE.

En la confusión y mezcla ideológica que reina en buena parte de la gente hace falta organizar un debate en el terreno de las propuestas y proyectos, es decir, que falta plantear con nitidez en qué consiste la ideología que cada individuo o cada grupo político.

La historia vivida desde el inicio del siglo XX ratifica una polarización de las ideas y de los modos de entender el mundo. Frente al permanente intento de desacreditar la ideología, sea cual sea su posición es cada vez más clara necesidad de acudir a la ideología como termómetro real de las propuestas políticas. Una ideología, que coteje la importancia de poder defender pacíficamente las ideas.

Hablando claro, sin rodeos y sin medias tintas con ideología, el ciudadano logra entender cuáles son las propuestas de unos y de otros y así decidir cuál es la que más le interesa.

En mi caso particular, con mi posición ideológica clara y definida, el ideario liberal-conservador ha ganado la batalla de las ideas. Pero ese no es el tema que nos ocupa.
Esta des-acreditación de la ideología, sea cual sea es, a mi juicio, el combustible que enciende la llama de la apatía existente respecto a la política y a los partidos políticos.
Ante esta apatía por la política y por los partidos, la respuesta que emana de las cúpulas partidarias, es predicar la necesidad de los partidos políticos para los procesos democráticos; en lugar de plasmar y establecer una ideología clara. Esto, mientras el descontento ciudadano con el accionar político sin ideología crece, y se canaliza mediante el repudio a los partidos políticos.
Esta situación, repetida hasta la saturación cada vez que se cita “la crisis de los partidos políticos”, tiene dos causas fundamentales:
1. Los partidos políticos de hoy en día no tienen claridad respecto de lo que piensan. Los partidos políticos guían su accionar no por criterios ideológicos aplicados, sino sólo por criterios electoralistas de corto plazo, obedientes a la agenda puesta, en muchos casos por los medios de comunicación. No existe una conciencia de defender un plan, ni de trabajar en proyectos que no tengan que ver con campañas políticas, mucho menos de trabajar por la gente sin esperar recompensa.
2. Los partidos no tienen claridad alguna del rol que les corresponde dentro de una sociedad democrática. Básicamente, los partidos políticos no entienden que su rol primordial, si son demócratas, no es acaparar el poder sumando la máxima cantidad posible de gente, sino operar cambios en la sociedad mediante el uso del poder que permitan la ejecución del programa que emana de su ideología.

Cuando una persona, con sueños e intereses, es colocada, por “x” o “y” circunstancia en una reunión política partidista, recibe, en vez de un discurso coherente de sueños e intereses con los cuales identificarse e involucrarse; un discurso de cómo se debe sumar más gente, de cómo se deben ganar elecciones, y de la importancia de ello para lograr un cambio, cambio del cual nunca se sabe a ciencia cierta su naturaleza.
Eso desilusiona a la persona, y la esta haciendo virar a movimientos sociales, los cuales, a diferencia de los partidos políticos, no tienen por que tener una base sustantiva de ideología, estando sólo constituidos sobre la base de la solución de un problema concreto compartido entre sus integrantes.

Esto trae, a su vez, dos corolarios:
1. El viraje de los partidos políticos desde la proposición de cambios basados en su ideología al proponer soluciones a problemas concretos que el partido cree, afectarán a la gente, buscando representarla.
2. La asunción, por parte de los movimientos sociales, de posturas cada vez más ideologizadas, en aras de conquistar espacios de poder reservados a los partidos políticos.
Esto trae la degradación de la política y su sustitución por el populismo, están comprobados los efectos negativos que trae esto sobre la gobernabilidad a corto plazo y la institucionalidad al largo.

Sobre este tema, ya en 1994, Norberto Bobbio, el destacado autor y politólogo italiano razonaba sobre si ¿Existen aún la izquierda y la derecha? Entendiendo estas como la ideología que representan.

Bobbio indica que lo que le impulsó a escribir su libro, que por cierto lleva por titulo esa misma pregunta: ¿Existen aún la izquierda y la derecha?; fue la constatación de que en el curso de los últimos años venga diciéndose repetidamente que la distinción entre derecha e izquierda carece ya de todo sentido y que no pasa de ser hoy sólo una de las “muchas trampas lingüísticas en las que cae el debate político”.

A la hora de pasar revista a las causas que podrían explicar la creencia de que llegó a su fin, una manera de hablar en política que nació hace 200 años en la Revolución Francesa y que desde entonces sirvió para dividir el universo político, Bobbio menciona en primer lugar, que la tan proclamada “crisis” o “fin” de las ideologías, bien podría ser sólo una ideología más que se empecina en decretar el fin de las mismas.

Sin perjuicio de lo anterior, Bobbio advierte igualmente que las expresiones “izquierda” y “derecha” no se refieren sólo a determinados cuerpos de ideas en materias políticas, sino también a “intereses y valoraciones sobre la dirección que habría que dar a la sociedad” y que es lo que busca, al final de cuentas una determinada ideología.

2 de febrero de 2009

Sobre el ICCC

La relevancia que representa para el país la creación del hospital oncológico o “Hospital contra el Cáncer”, como se le ha dado a llamar, es controversial; el tema ha recibido amplia cobertura de algunos noticieros y medios de “descomunicación”, dejándose decir incluso que el 25 por ciento de los médicos en Costa Rica no le encuentran el beneficio directo a al creación del centro medico(la fuente cientifica del estudio que brinda semejante resulta se omite por inexistente).

Lo cierto del caso es que la Ley 7765 que crea el Instituto Costarricense contra el Cáncer (ICCC), lo establece como el órgano encargado de la investigación, capacitación, prevención y tratamiento de esta enfermedad, que, a las pruebas me remito, no sido posible sea manejada correctamente por la CCSS, y que por su relevancia requiere un ente rector, que, para darse una idea:

La Organización Mundial de la Salud, estima que la incidencia mundial del cáncer podría aumentar en un 50 % y llegar a 15 millones de nuevos casos en el año 2020.
Aquí en Costa Rica según el Instituto Nacional Estadísticas y Censos y el Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud, se presentan aproximadamente 8.000 nuevos casos de cáncer al año (un caso nuevo cada 60 minutos).

El Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud, informa que en el año 2004 murieron 3.555 en nuestro país, a causa de tumores malignos (cada 3 horas muere una persona en nuestro país por cáncer).

Por lo que estoy convencido que la creación de este centro especializado en cáncer implicará una diferencia significativa en la situación de salud del paciente con cáncer en nuestro país. En todo caso, sea como sea, el dinero que ya el ICCC tiene (aprox. 35 millones de dólares) no se vale que se los festine por medio de un transitorio en una ley que busca un cambio de nombre para la Junta de Protección Social de San José.

20 de enero de 2009

Análisis del Discurso de investidura del Presidente Obama

Este breve análisis se hace de una traducción, por lo que puede ser que se pierda algún contenido, pero algunos datos interesantes:

· Las palabras: crisis, seguridad, paz, economía, confianza, prosperidad, libertad, esperanza se utilizan tres veces cada una.
· guerra dos veces

· Sacrificio se usa una vez

· Cambio (Change) que fue su muletilla slogan de campaña NO se usa.

· Como una solución a la crisis económica plantea:"...la presente crisis nos ha recordado que, sin un ojo que lo vigile, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede prosperar por mucho tiempo amparando únicamente a los favorecidos..."

· En cuanto a cooperación y relaciones internacionales son claras las referencias a Irán, Cuba y a las naciones pobres de África:
* Iran:"Con viejos amigos y antiguos enemigos, trabajaremos sin descansopara disminuir la amenaza nuclear"..."A esos líderes que hay por todoel mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar a Occidente delos males de sus sociedades, sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que podáis construir, no por lo que destruyáis"
* Cuba: "A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y elengaño y el silenciamiento de la disensión, sabed que estáis en ellado equivocado de la historia, pero que os echaremos una mano siestáis dispuestos a aflojar el puño."
* Africa:"A la gente de las naciones pobres, nos comprometemos a trabajar con vosotros para hacer que vuestras granjas prosperen y permitir que fluya el agua limpia; para nutrir los cuerpos que se mueren de inanición y alimentar las mentes hambrientas"
* A Europa, China y Países desarrollados su mensaje fue:"Y a aquellas naciones como la nuestra que disfrutan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos seguir permitiéndonos la indiferencia hacia el sufrimiento fuera de nuestras fronteras; y que tampoco podemos agotar los recursos mundiales sin tener en cuenta el efecto. Porque el mundo ha cambiado, y debemos cambiar con él"

· No hablo de Guantánamo

· Si menciono a Irak y Afganistan:". Empezaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán"

Textos de los discursos:
ESPAÑOL:
Queridos conciudadanos:
He venido hoy aquí con una actitud modesta frente a la labor que tenemos por delante, agradecido por la confianza que habéis depositado en mí y consciente de los sacrificios que hicieron nuestros antepasados. Quiero dar las gracias al presidente Bush por su servicio a nuestra nación, así como por la generosidad y la cooperación de las que ha hecho gala a lo largo de esta transición.
Cuarenta y cuatro estadounidenses han jurado ya la presidencia. Estas palabras se han pronunciado con vientos favorables de prosperidad y mares de paz en calma. No obstante, de vez en cuando este juramento se ha prestado entre nubes de tormenta y tempestades embravecidas. En esos momentos, Estados Unidos ha seguido adelante no sólo por la habilidad o las ideas de los que estaban en la presidencia, sino porque Nosotros, El Pueblo, nos hemos mantenido fieles a los ideales de nuestros ancestros y a nuestros documentos fundacionales.
Así ha sido y así ha de ser con esta generación de estadounidenses.
Ya ha quedado claro que estamos en medio de una crisis. Nuestra nación está en guerra contra una red de violencia y de odio muy extendida. Nuestra economía está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y de la irresponsabilidad de algunos, pero también de nuestro fracaso colectivo por no haber tomado decisiones difíciles ni preparado al país para una nueva era. Hay gente que ha perdido su casa; empleos que han desaparecido; negocios que se han ido a pique. Nuestra atención médica es demasiado cara; nuestros colegios han fallado a demasiados; y cada día hay más pruebas de que las formas que tenemos de utilizar la energía fortalecen a nuestros adversarios y amenazan a nuestro planeta.
Éstos son indicadores de la crisis, sujetos a datos y a estadísticas. Menos mensurable, pero no menos profunda, es la pérdida de confianza que está viviendo nuestro país: un miedo acuciante a que el declive de Estados Unidos sea inevitable y de que la próxima generación tenga que reducir sus expectativas.
Hoy os digo que los retos a los que nos enfrentamos son reales. Son graves y son muchos. No los vamos a poder superar fácilmente ni en un corto periodo de tiempo. Pero quiero que Estados Unidos sepa algo: vamos a superarlos.
En este día nos reunimos porque hemos elegido la esperanza por encima del miedo, la unidad de propósito por encima del conflicto y la discordia.
En este día queremos proclamar el fin de los agravios insignificantes y de las falsas promesas, de las recriminaciones y de los dogmas anticuados, que llevan demasiado tiempo estrangulando nuestra política.
Seguimos siendo una nación joven, pero como dicen las Escrituras, ha llegado la hora de dejar a un lado los infantilismos. Ha llegado la hora de reafirmar nuestro espíritu resistente; de elegir nuestra mejor historia; de impulsar ese preciado don, esa noble idea, que ha ido pasando de generación en generación: la promesa hecha por Dios de que todos somos iguales, de que todos somos libres y de que todos nos merecemos la oportunidad de perseguir al máximo nuestra felicidad.
Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca es algo regalado. Hay que ganársela. Nuestro viaje nunca se ha caracterizado por los atajos o por el conformarnos con poco. No ha sido un camino para pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo o los que buscan sólo los placeres de las riquezas y de la fama. Han sido más bien los que corren riesgos, los emprendedores, los que hacen cosas - algunos alabados por ello, pero la mayoría de las veces hombres y mujeres cuya labor ha pasado desapercibida – lo que nos han guiado por el largo y arduo camino hacia la prosperidad y la libertad.
Por nosotros se echaron al hombro sus pocas posesiones terrenales y surcaron océanos en busca de una nueva vida.
Por nosotros trabajaron en fábricas donde se explotaba a los trabajadores y poblaron Occidente, aguantaron el azote de los látigos y araron la dura tierra.
Por nosotros combatieron y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg, Normandía y Khe Sahn.
Una y otra vez, estos hombres y mujeres se esforzaron y se sacrificaron y trabajaron hasta despellejarse las manos para que nosotros pudiéramos tener una vida mejor. Para ellos Estados Unidos era mayor que la suma de nuestras ambiciones individuales; mayor que todas las diferencias de nacimiento o de riqueza o de ideología.
Es un viaje que proseguimos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando empezó la crisis. Nuestras mentes no son menos inventivas, nuestras mercancías y nuestros servicios no son menos necesarios que la semana pasada, el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad sigue intacta. Pero el tiempo de adherirnos firmemente a nuestras creencias, de proteger intereses limitados y de retrasar las decisiones desagradables, ese tiempo ciertamente ha pasado. A partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo, y reanudar el trabajo de rehacer Estados Unidos.
Porque miremos adonde miremos, hay trabajo por hacer. La situación de la economía exige acción, audaz y rápida, y actuaremos; no sólo para crear nuevos puestos de trabajo, sino también para establecer nuevas bases para el crecimiento. Construiremos carreteras y puentes, redes eléctricas y líneas digitales, que alimentarán nuestro comercio y nos mantendrán unidos. Devolveremos la ciencia al lugar que le corresponde, y aprovecharemos las maravillas tecnológicas para aumentar la calidad de la atención sanitaria y reducir su coste. Aprovecharemos el sol, los vientos y el suelo para impulsar nuestros coches y poner en funcionamiento nuestras fábricas. Y transformaremos nuestros colegios, institutos y universidades para que cubran las necesidades de una nueva era. Todo esto podemos hacerlo. Y lo haremos.
Ahora bien, hay quienes cuestionan la escala de nuestras ambiciones, que insinúan que nuestro sistema no soportará demasiados planes grandiosos. Tienen poca memoria. Porque han olvidado lo que este país ya ha hecho; lo que los hombres y las mujeres libres pueden conseguir cuando la imaginación se une al propósito común, y la necesidad a la valentía.
Lo que los escépticos no entienden es que el terreno que pisan ha cambiado; que las discusiones políticas trasnochadas que durante tanto tiempo nos han consumido ya no son válidas. La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro Gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, sino si funciona; si ayuda a las familias a encontrar trabajos con un sueldo decente, atención sanitaria que puedan pagar, una jubilación digna. Allí donde la respuesta sea sí, nuestra intención es avanzar. Cuando la respuesta sea no, los programas cesarán. Y quienes administramos los dólares de los ciudadanos deberemos rendir cuentas – gastar con prudencia, reformar los malos hábitos, y hacer nuestros trabajo a la luz del día – porque sólo entonces podremos restaurar la confianza vital entre los ciudadanos y su Gobierno.
La cuestión tampoco es si el mercado es una fuerza para bien o para mal. Aunque su poder para generar riqueza y aumentar la libertad es incomparable, la presente crisis nos ha recordado que, sin un ojo que lo vigile, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede prosperar por mucho tiempo amparando únicamente a los favorecidos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Interior Bruto, sino también del alcance de nuestra prosperidad; de nuestra habilidad para ofrecer oportunidades a toda persona dispuesta, no por caridad, sino porque es el camino más seguro para lograr el bien común.
En cuanto a la defensa común, rechazamos por su falsedad el hecho de que tengamos que elegir entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros Padres Fundadores, enfrentados a peligros que a duras penas alcanzamos a imaginar, redactaron una carta para garantizar el imperio de la ley y los derechos del hombre, una carta alargada con la sangre de generaciones. Esos ideales siguen iluminando el mundo y, por nuestro propio bien, no renunciaremos a ellos. Por eso les digo a todos los pueblos y gobiernos que hoy tienen la mirada puesta en nosotros, desde las grandes capitales hasta el pequeño pueblo que vio nacer a mi padre: sabed que Estados Unidos es amigo de toda nación y de todo hombre, mujer y niño que busque un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a tomar la iniciativa una vez más.
Recordad que generaciones anteriores se enfrentaron al fascismo y al comunismo no sólo con misiles y tanques, sino con sólidas alianzas y convicciones imperecederas. Entendieron que nuestro poder no puede protegernos por sí solo, y que tampoco nos autoriza a hacer lo que nos plazca. Por el contrario, sabían que nuestro poder crece cuando se usa de forma prudente; nuestra seguridad emana de la justicia de nuestra causa, la fuerza de nuestro ejemplo, las cualidades moderadoras de la humildad y la moderación.
Somos los guardianes de este legado. Guiados por esos principios una vez más, podemos responder a las nuevas amenazas que exigen incluso un mayor esfuerzo, incluso una mayor cooperación y comprensión entre naciones. Empezaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán. Con viejos amigos y antiguos enemigos, trabajaremos sin descanso para disminuir la amenaza nuclear y hacer que retroceda el fantasma del calentamiento global. No vamos a disculparnos por nuestra forma de vida ni dudaremos en defenderla, y a aquellos que pretenden alcanzar sus objetivos infundiendo terror y masacrando a inocentes les decimos desde ahora que nuestro espíritu es más fuerte y que no puede quebrantarse; que no durarán más que nosotros, y que les derrotaremos.
Porque sabemos que nuestro legado como mosaico de culturas es un punto fuerte, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, de judíos e hindúes, y de no creyentes. Estamos moldeados por todas las lenguas y culturas, sacadas de todos los rincones de esta Tierra; y como hemos probado la amarga bazofia de la guerra civil y de la segregación, y hemos emergido de ese tenebroso capítulo más fuertes y unidos, no podemos evitar creer que los viejos odios pasarán algún día; que las líneas tribales pronto se disolverán; que a medida que el mundo se vuelve más pequeño, nuestra humanidad común se dejará ver; y que Estados Unidos debe desempeñar su papel como guía en una nueva era de paz.
Al mundo musulmán le decimos que buscamos un nuevo camino hacia delante basado en el interés y el respeto mutuos. A esos líderes que hay por todo el mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar a Occidente de los males de sus sociedades, sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que podáis construir, no por lo que destruyáis. A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y el silenciamiento de la disensión, sabed que estáis en el lado equivocado de la historia, pero que os echaremos una mano si estáis dispuestos a aflojar el puño.
A la gente de las naciones pobres, nos comprometemos a trabajar con vosotros para hacer que vuestras granjas prosperen y permitir que fluya el agua limpia; para nutrir los cuerpos que se mueren de inanición y alimentar las mentes hambrientas. Y a aquellas naciones como la nuestra que disfrutan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos seguir permitiéndonos la indiferencia hacia el sufrimiento fuera de nuestras fronteras; y que tampoco podemos agotar los recursos mundiales sin tener en cuenta el efecto. Porque el mundo ha cambiado, y debemos cambiar con él.
Al contemplar el camino que se abre ante nosotros, recordamos con humilde gratitud a esos valientes estadounidenses que, en este mismo momento, patrullan por desiertos lejanos y montañas distantes. Tienen algo que decirnos hoy, al igual que los héroes caídos que yacen en Arlington susurran a través de los tiempos. Les honramos no sólo porque son los guardianes de nuestra libertad, sino porque personifican el espíritu de servicio, una voluntad de encontrar significado en algo más grande que ellos mismos. Y aun así, en este momento un momento que va a definir una generación es precisamente este espíritu el que debe habitar en todos nosotros.
Porque al final, por encima de todo lo que el Gobierno pueda y deba hacer, están la fe y la determinación del pueblo estadounidense, del que depende este país. Es la amabilidad de acoger a un extraño cuando los diques se rompen, la generosidad de los trabajadores que prefieren recortar su jornada antes que ver a un amigo perder su trabajo, lo que nos ilumina en nuestros momentos más oscuros. Es la valentía de un bombero al precipitarse por una escalera llena de humo, pero también la voluntad de un padre de alimentar a su hijo, lo que finalmente decide nuestro destino.
Puede que nuestros retos sean nuevos. Puede que los instrumentos con los que nos enfrentarnos a ellos sean nuevos. Pero esos valores de los que depende nuestro éxito – el trabajo duro y la honestidad, la valentía y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo – estas cosas son antiguas. Estas cosas son verdaderas. Han constituido la fuerza silenciosa de nuestro progreso a lo largo de nuestra historia. Por tanto, lo que se requiere es un retorno a estas verdades. Lo que ahora se nos pide es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento por parte de cada estadounidense de que tenemos obligaciones hacia nosotros mismos, nuestro país y el mundo, obligaciones que no aceptamos a regañadientes, sino que asumimos de buena gana, con la seguridad de saber que no hay nada tan satisfactorio para el espíritu, tan determinante de nuestro carácter, como el darlo todo ante una tarea difícil.
Éste es el precio y la promesa de la ciudadanía.
Ésta es la fuente de nuestra confianza, el saber que Dios nos insta a darle forma a un destino incierto.
Éste es el significado de nuestra libertad y de nuestro credo, el motivo por el que hombres y mujeres y niños de todas las razas y todas las creencias pueden unirse en una celebración a lo largo de esta magnífica explanada, y el motivo por el que un hombre cuyo padre tal vez no habría podido trabajar en un restaurante local hace menos de 60 años, puede estar ahora ante ustedes para prestar el más sagrado de los juramentos.
Por tanto, recordemos este día como conmemoración de lo que somos y de lo lejos que hemos llegado. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en el más frío de los meses, un pequeño grupo de patriotas se apiñaba en torno a hogueras moribundas a la orilla de un río helado. La capital había sido abandonada. El enemigo avanzaba. La nieve estaba teñida de sangre. En el momento en que el desenlace de nuestra revolución era más incierto, el padre de nuestra nación ordenó que se leyeran estas palabras a la gente:
“Que se le haga saber al mundo futuro... que en lo más crudo del invierno, cuando nada salvo la esperanza y la virtud podía sobrevivir... que la ciudad y el país, en guardia ante un peligro compartido, avanzaron para encontrarse [con él]”.
Estados Unidos. Frente a nuestros peligros compartidos, en este invierno de penurias, recordemos estas palabras intemporales. Con esperanza y virtud, desafiemos una vez más las corrientes heladas y soportemos cualquier tormenta que venga. Que los hijos de nuestros hijos digan que, cuando se nos puso a prueba, nos negamos a permitir que este viaje terminase, que no nos dimos la vuelta ni titubeamos; y con los ojos fijos en el horizonte y la gracia de Dios acompañándonos, fuimos portadores del gran don de la libertad y se lo entregamos sano y salvo a las generaciones futuras».

INGLES
My fellow citizens:
I stand here today humbled by the task before us, grateful for the trust you have bestowed, mindful of the sacrifices borne by our ancestors. I thank President Bush for his service to our nation, as well as the generosity and cooperation he has shown throughout this transition.
Forty-four Americans have now taken the presidential oath. The words have been spoken during rising tides of prosperity and the still waters of peace. Yet, every so often, the oath is taken amidst gathering clouds and raging storms. At these moments, America has carried on not simply because of the skill or vision of those in high office, but because We the People have remained faithful to the ideals of our forebearers, and true to our founding documents.
So it has been. So it must be with this generation of Americans.
That we are in the midst of crisis is now well understood. Our nation is at war, against a far-reaching network of violence and hatred. Our economy is badly weakened, a consequence of greed and irresponsibility on the part of some, but also our collective failure to make hard choices and prepare the nation for a new age. Homes have been lost; jobs shed; businesses shuttered. Our health care is too costly; our schools fail too many; and each day brings further evidence that the ways we use energy strengthen our adversaries and threaten our planet.
These are the indicators of crisis, subject to data and statistics. Less measurable but no less profound is a sapping of confidence across our land -- a nagging fear that America's decline is inevitable, and that the next generation must lower its sights.
Today I say to you that the challenges we face are real. They are serious and they are many. They will not be met easily or in a short span of time. But know this, America: They will be met.
On this day, we gather because we have chosen hope over fear, unity of purpose over conflict and discord.
On this day, we come to proclaim an end to the petty grievances and false promises, the recriminations and worn-out dogmas, that for far too long have strangled our politics.
We remain a young nation, but in the words of Scripture, the time has come to set aside childish things. The time has come to reaffirm our enduring spirit; to choose our better history; to carry forward that precious gift, that noble idea, passed on from generation to generation: the God-given promise that all are equal, all are free, and all deserve a chance to pursue their full measure of happiness.
In reaffirming the greatness of our nation, we understand that greatness is never a given. It must be earned. Our journey has never been one of shortcuts or settling for less. It has not been the path for the fainthearted -- for those who prefer leisure over work, or seek only the pleasures of riches and fame. Rather, it has been the risk-takers, the doers, the makers of things -- some celebrated, but more often men and women obscure in their labor -- who have carried us up the long, rugged path toward prosperity and freedom.
For us, they packed up their few worldly possessions and traveled across oceans in search of a new life.
For us, they toiled in sweatshops and settled the West; endured the lash of the whip and plowed the hard earth.
For us, they fought and died, in places like Concord and Gettysburg; Normandy and Khe Sahn.
Time and again, these men and women struggled and sacrificed and worked till their hands were raw so that we might live a better life. They saw America as bigger than the sum of our individual ambitions; greater than all the differences of birth or wealth or faction.
This is the journey we continue today. We remain the most prosperous, powerful nation on Earth. Our workers are no less productive than when this crisis began. Our minds are no less inventive, our goods and services no less needed than they were last week or last month or last year. Our capacity remains undiminished. But our time of standing pat, of protecting narrow interests and putting off unpleasant decisions -- that time has surely passed. Starting today, we must pick ourselves up, dust ourselves off, and begin again the work of remaking America.
For everywhere we look, there is work to be done. The state of the economy calls for action, bold and swift, and we will act -- not only to create new jobs, but to lay a new foundation for growth. We will build the roads and bridges, the electric grids and digital lines that feed our commerce and bind us together. We will restore science to its rightful place, and wield technology's wonders to raise health care's quality and lower its cost. We will harness the sun and the winds and the soil to fuel our cars and run our factories. And we will transform our schools and colleges and universities to meet the demands of a new age. All this we can do. And all this we will do.
Now, there are some who question the scale of our ambitions -- who suggest that our system cannot tolerate too many big plans. Their memories are short. For they have forgotten what this country has already done; what free men and women can achieve when imagination is joined to common purpose, and necessity to courage.
What the cynics fail to understand is that the ground has shifted beneath them -- that the stale political arguments that have consumed us for so long no longer apply. The question we ask today is not whether our government is too big or too small, but whether it works -- whether it helps families find jobs at a decent wage, care they can afford, a retirement that is dignified. Where the answer is yes, we intend to move forward. Where the answer is no, programs will end. And those of us who manage the public's dollars will be held to account -- to spend wisely, reform bad habits, and do our business in the light of day -- because only then can we restore the vital trust between a people and their government.
Nor is the question before us whether the market is a force for good or ill. Its power to generate wealth and expand freedom is unmatched, but this crisis has reminded us that without a watchful eye, the market can spin out of control -- and that a nation cannot prosper long when it favors only the prosperous. The success of our economy has always depended not just on the size of our gross domestic product, but on the reach of our prosperity; on our ability to extend opportunity to every willing heart -- not out of charity, but because it is the surest route to our common good.
As for our common defense, we reject as false the choice between our safety and our ideals. Our Founding Fathers, faced with perils we can scarcely imagine, drafted a charter to assure the rule of law and the rights of man, a charter expanded by the blood of generations. Those ideals still light the world, and we will not give them up for expedience's sake. And so to all other peoples and governments who are watching today, from the grandest capitals to the small village where my father was born: Know that America is a friend of each nation and every man, woman and child who seeks a future of peace and dignity, and that we are ready to lead once more.
Recall that earlier generations faced down fascism and communism not just with missiles and tanks, but with sturdy alliances and enduring convictions. They understood that our power alone cannot protect us, nor does it entitle us to do as we please. Instead, they knew that our power grows through its prudent use; our security emanates from the justness of our cause, the force of our example, the tempering qualities of humility and restraint.
We are the keepers of this legacy. Guided by these principles once more, we can meet those new threats that demand even greater effort -- even greater cooperation and understanding between nations. We will begin to responsibly leave Iraq to its people, and forge a hard-earned peace in Afghanistan. With old friends and former foes, we will work tirelessly to lessen the nuclear threat, and roll back the specter of a warming planet. We will not apologize for our way of life, nor will we waver in its defense, and for those who seek to advance their aims by inducing terror and slaughtering innocents, we say to you now that our spirit is stronger and cannot be broken; you cannot outlast us, and we will defeat you.
For we know that our patchwork heritage is a strength, not a weakness. We are a nation of Christians and Muslims, Jews and Hindus -- and nonbelievers. We are shaped by every language and culture, drawn from every end of this Earth; and because we have tasted the bitter swill of civil war and segregation, and emerged from that dark chapter stronger and more united, we cannot help but believe that the old hatreds shall someday pass; that the lines of tribe shall soon dissolve; that as the world grows smaller, our common humanity shall reveal itself; and that America must play its role in ushering in a new era of peace.
To the Muslim world, we seek a new way forward, based on mutual interest and mutual respect. To those leaders around the globe who seek to sow conflict, or blame their society's ills on the West: Know that your people will judge you on what you can build, not what you destroy. To those who cling to power through corruption and deceit and the silencing of dissent, know that you are on the wrong side of history; but that we will extend a hand if you are willing to unclench your fist.
To the people of poor nations, we pledge to work alongside you to make your farms flourish and let clean waters flow; to nourish starved bodies and feed hungry minds. And to those nations like ours that enjoy relative plenty, we say we can no longer afford indifference to suffering outside our borders; nor can we consume the world's resources without regard to effect. For the world has changed, and we must change with it.
As we consider the road that unfolds before us, we remember with humble gratitude those brave Americans who, at this very hour, patrol far-off deserts and distant mountains. They have something to tell us today, just as the fallen heroes who lie in Arlington whisper through the ages. We honor them not only because they are guardians of our liberty, but because they embody the spirit of service; a willingness to find meaning in something greater than themselves. And yet, at this moment -- a moment that will define a generation -- it is precisely this spirit that must inhabit us all.
For as much as government can do and must do, it is ultimately the faith and determination of the American people upon which this nation relies. It is the kindness to take in a stranger when the levees break, the selflessness of workers who would rather cut their hours than see a friend lose their job which sees us through our darkest hours. It is the firefighter's courage to storm a stairway filled with smoke, but also a parent's willingness to nurture a child, that finally decides our fate.
Our challenges may be new. The instruments with which we meet them may be new. But those values upon which our success depends -- hard work and honesty, courage and fair play, tolerance and curiosity, loyalty and patriotism -- these things are old. These things are true. They have been the quiet force of progress throughout our history. What is demanded then is a return to these truths. What is required of us now is a new era of responsibility -- a recognition, on the part of every American, that we have duties to ourselves, our nation and the world; duties that we do not grudgingly accept but rather seize gladly, firm in the knowledge that there is nothing so satisfying to the spirit, so defining of our character, than giving our all to a difficult task.
This is the price and the promise of citizenship.
This is the source of our confidence -- the knowledge that God calls on us to shape an uncertain destiny.
This is the meaning of our liberty and our creed -- why men and women and children of every race and every faith can join in celebration across this magnificent Mall, and why a man whose father less than 60 years ago might not have been served at a local restaurant can now stand before you to take a most sacred oath.
So let us mark this day with remembrance, of who we are and how far we have traveled. In the year of America's birth, in the coldest of months, a small band of patriots huddled by dying campfires on the shores of an icy river. The capital was abandoned. The enemy was advancing. The snow was stained with blood. At a moment when the outcome of our revolution was most in doubt, the father of our nation ordered these words be read to the people:
"Let it be told to the future world ... that in the depth of winter, when nothing but hope and virtue could survive... that the city and the country, alarmed at one common danger, came forth to meet [it]."
America. In the face of our common dangers, in this winter of our hardship, let us remember these timeless words. With hope and virtue, let us brave once more the icy currents, and endure what storms may come. Let it be said by our children's children that when we were tested, we refused to let this journey end, that we did not turn back, nor did we falter; and with eyes fixed on the horizon and God's grace upon us, we carried forth that great gift of freedom and delivered it safely to future generations.

George W. Bush, el «halcón», entrega su nido al predicador del diálogo y de la paz mundial.

Los tópicos en torno a Bush y a Obama presentan personalidades opuestas, que pueden dejar de serlo cuando la nueva Presidencia entre en acción

¿Será George W. Bush recordado como el peor presidente de la historia de Estados Unidos? Sólo el tiempo lo dirá. El propio Bush advirtió hace poco a sus críticos que muchos colgaron en su día ese sambenito al presidente de la bomba nuclear sobre Japón, y hoy Harry Truman es uno de los presidentes más celebrados en los manuales de Historia norteamericana (y punto). Pero Barack Obama llega a la Casa Blanca con una formidable ventaja a su favor. No sólo porque Bush lleva muchos meses con la popularidad por los suelos, apenas un 20 por ciento en los sondeos. También porque el partido demócrata no había disfrutado de tanto poder desde la Segunda Guerra mundial. A la cómoda victoria en las presidenciales suma una amplia mayoría en las dos cámaras del Congreso.

Bush y Obama son dos personalidades en apariencia antitéticas. El último de la saga republicana encarna el fiasco en política exterior —Irak— y en economía —la peor crisis financiera quizá desde la Gran Depresión. El ex senador demócrata de Illinois representa en cambio la juventud, el talento intelectual y, sobre todo, la esperanza. Estos son, «a priori», algunos de los grandes rasgos del contraste entre el presidente saliente y el entrante:

Imaginario político

El uso de la fuerza

George W. Bush llegó a la Casa Blanca en el año 2000 avalado por una reputación de conservador moderado. La dimensión social de la política de Bush hijo ha sido evidente en materia de inmigración y de apertura de su Gabinete a las minorías raciales, pero los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 radicalizaron el pensamiento del líder republicano y su línea de acción. Desde aquel día, para George W. Bush el mundo se partió en dos, aliados y enemigos, en la fantástica batalla global contra el terrorismo, que condujo a los conflictos aún abiertos de Afganistán e Irak. ¿Será George W. Bush recordado como el peor presidente de la historia de Estados Unidos?Obama ha prometido poner fin a las guerras de los Estados Unidos, cerrar la prisión de Guantánamo —erigida ya en símbolo del «unilateralismo norteamericano» y de su uso alternativo del derecho internacional, según le convenga o no— y luchar por restablecer las relaciones amistosas con viejos aliados. El buenismo de Obama contrasta, no obstante, con algunos ramalazos de matonismo (como cuando advirtió que invadiría Pakistán si supiera que allí se esconde Osama bin Laden). En cualquier caso, su filosofía queda opacada por una percepción casi universal: el nuevo presidente va a intentar desentenderse de la política exterior para centrarse en los no pocos problemas internos. La designación de su rival Hillary Clinton como secretaria de Estado es muy reveladora.

En materia de pensamiento económico, Bush y Obama son hijos de sus orígenes ideológicos. George W. Bush, como fiel devoto de Ronald Reagan, ejerció durante sus dos mandatos una política liberal sin fisuras en materia de libertad de comercio y de reducción de impuestos. Su aval del paquete financiero de rescate de bancos y empresas de automóviles fue, al final de su mandato, un gesto de sacrificio en el altar del patriotismo, virtud que nadie —tampoco sus enemigos más acérrimos— ha negado nunca a George W. Bush.

Sensibilidad social

Ricos y pobres ante la crisis

La politica social agranda el foso entre el presidente saliente y el nuevo inquilino de la Casa Blanca. George W. Bush promovió durante sus dos mandatos proyectos a favor de la familia, el matrimonio y la defensa de la vida con medidas como la retirada de los fondos públicos a los programas de promoción del aborto o el rechazo a la investigación con células embionarias. Barack Obama votó, como senador por Illinois, a favor de los proyectos en favor del aborto o contra las limitaciones éticas a la investigación científica. En materia social, Obama pertenece al ala más estricta del partido demócrata. En Europa su parangón sería Rodríguez Zapatero, con la diferencia de que Obama no respalda el matrimonio gay. Obama ha prometido poner fin a las guerras de los Estados Unidos, cerrar la prisión de Guantánamo —erigida ya en símbolo del «unilateralismo norteamericano»Los éxitos de Bush en materia de «compasión» al legislar sobre inmigración no quitan que en el resto de los capítulos sociales su mentalidad fuera típicamente ultraliberal. En cambio, Obama es, por razones también de origen social y racial, un demócrata que cree en la lucha contra la desigualdad y la pobreza, en principio a golpe de talonario público. La meta de lograr un seguro médico universal en Estados Unidos será uno de los grandes desafíos de su Presidencia.

Las creencias

Nuevos conversos

George W. Bush llegó a la Casa Blanca apoyado por una movilización sin precedentes de los grupos cristianos evangélicos. El presidente saliente se considera un converso a la religiosidad de los llamados «born again», nacidos de nuevo, una rama del protestantismo anglosajón en la que prima la experiencia emocional sobre la razón. Esta dimensión religiosa de George W. Bush le ha valido no pocas críticas entre los sectores liberales laicistas, que le han acusado repetidamente de gobernar en política interior y exterior por «fe religiosa ciega» y no con la cabeza.
Barack Obama es también, en cierto modo, un converso tardío. Tras una infancia y juventud ajenas a la religión, abrazó el cristianismo afroamericano en Chicago, donde se bautizó a los 27 años. En cierta ocasión Obama narró su acercamiento a la religión tras descubrir su «poder para provocar el cambio social». El planteamiento pragmático de sus creencias se puso de relieve durante la campaña presidencial, cuando rompió con quien consideraba su mentor espiritual por un sermón en el que Jeremiah Wright criticaba el «poder blanco» en Estados Unidos.

El arte de hablar

De bromas a veras

Barack Obama es un árbol de Navidad para los profesionales del marketing político. Todo en él es buena planta, sonrisa fácil y cautivadora, y un verbo impecable tanto en el estrado como por escrito. A su lado George W. Bush parece un actor de comedia junto al verdadero galán de la película. George W. Bush llegó a la Casa Blanca apoyado por una movilización sin precedentes de los grupos cristianos evangélicosSin embargo, el presidente Bush lograba cercanía, tanto por sus bromas socarronas como por su lenguaje coloquial, en el que el pelo de la dehesa texana parecía haber borrado todo posible rastro del brillo bostoniano de la juventud. George W. Bush habla la jerga del ciudadano de la América profunda, especialmente el de la «Bible Belt», el sur y medio Oeste evangélico. Obama despierta admiración, pero ofrece un modelo inalcanzable para el común de los mortales. Muchos le echan en cara un elitismo propio de las clases altas de nueva Inglaterra, y un tono demasiado académico, más adecuado para las aulas de Harvard o Columbia que para la política.

Estilo de mando

Delegar o no delegar

Bush delegó todo lo que pudo —el estilo «reaganiano» lo imponía—, pero en un círculo cerrado a sus colaboradores más estrechos. Entre ellos destacaron tres: el vicepresidente Cheney, el asesor y «gurú» poítico Karl Rove, y el titular de Defensa Rumsfeld. El presidente Bush era consciente de su impopularidad en aumento, y de que gobernaba en cierto modo sólo para la mitad de los norteamericanos, pero asumió esa situación como un sacrificio que comportaba el cargo. Al igual que Ronald Reagan, mostró siempre una animadversión especial hacia los intelectuales, que alejaba de su entorno para buscar sólo el consejo de sus asesores políticos de cabecera.
Barack Obama promete, en cambio, ser uno de los presidentes menos partidistas de la Historia, y desde la campaña ha dado muestras de un estilo abierto a sectores ajenos a su formación política. Mantendrá, al menos por un tiempo, al ministro de Defensa de Bush, ha elegido a un hombre ajeno a la CIA para dirigir el servicio de inteligencia, y no deja de insistir en que buscará la «excelencia» y no la filiación política. La conciencia de sus propias dotes puede llevar a Obama a delegar menos que Bush, una tentación que llevaría al nuevo presidente a perderse en el detalle de los complejos problemas que le aguardan. El presidente Bush era consciente de su impopularidad en aumento, y de que gobernaba en cierto modo sólo para la mitad de los norteamericanos,Las raíces

Viaje de ida y vuelta

George W. Bush es un vástago de una de las familias más nobles de Estados Unidos converso al populismo, un urbanita que ha descubierto su vocación de granjero, un producto de Yale y de la Harvard Business School que parece marearse ante la letra impresa.
Barack Hussein Obama ha hecho en cierto modo el recorrido inverso. Como hijo de una mujer blanca de Kansas y de un ciudadano keniano, su destino podría haber sido el de la marginación que experimentan muchos de sus conciudadanos de raíces afroamericanas. Sin embargo, desde sus tempranos años de universidad el ex senador por Illinois tocó ya el cielo de los ambientes más exquisitos de la vida académica, gracias a sus talentos y a una apertura de espíritu adquirida durante sus años de infancia en el extranjero.

19 de enero de 2009

“La política en realidad no ha cambiado desde su invención por los griegos. Todo el juego reside en la capacidad de exponer sus argumentos de manera clara y convincente. Tener esta capacidad, para un discurso improvisado o uno preparado, es un activo de mucho valor en política",William Galston

26 de diciembre de 2008

'Los presidentes y los pañales deben ser cambiados frecuentemente y por la misma razón'
Anónimo

1 de diciembre de 2008


*Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar. Ludwig Wittgenstein (1889-1951) Filósofo británico, de origen austríaco.
*La mitad del mundo tiene algo que decir, pero no puede; la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla. Robert Lee Frost (1874-1963) Poeta estadounidense.
*Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda.Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense.
*Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello. Abraham Lincoln (1808-1865) Político estadounidense.
*Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice. Píndaro (521 AC-441 AC) Poeta griego
*Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.Ernest Hemingway (1896-1961) Escritor estadounidense.
*El hombre que no sabe callar tampoco sabe hablar. Publio Siro (Siglo I AC-?) Poeta dramático romano.
*A veces más vale callar y pasar por tonto, que abrir la boca y demostrarlo.Noel Clarasó (1905-1985) Escritor español.
*Bienaventurados los que no tienen nada que decir, y que resisten la tentación de decirlo.James Russell Lowell (1819-1891) Poeta y escritor estadounidense.
*En virtud de la palabra, el hombre es superior al animal; por el silencio se supera a sí mismo. Paul Masson (1846-1896) Periodista francés.

13 de noviembre de 2008

Los molinos de Dios muelen despacio , muy despacio, pero fino, finito

Como pocos de ustedes sabrán, pocos digo pues no ha habido ahora ni fanfarria ni alboroto, como hace cuatro años y un mes; el pasado 11 de noviembre se dicto una resolución en la audiencia preliminar del caso que se ha dado por llamar ICE-ALCATEL, que involucra a Don Miguel Angel Rodríguez.

Para resumir lo que contiene dicha resolución comento que, prácticamente todos los casos que van a audiencia preliminar en Costa Rica, son elevados a juicio.
Y este no fue la excepción, pero...pero:
· A el ex Presidente Miguel Ángel Rodríguez, el Ministerio Público lo acuso formalmente de un cargo por corrupción agravada (pena de 6 a 12 años) y de 4 de enriquecimientos ilícitos (6 meses a 2 años), pero ahora el Juez Madrigal en esta resolución, que insisto, me extraña no haya sido editorializada ni en Telenoticias, ni en La Nación, como si lo hicieron hace cuatro años, solo considera que podrían existir dos delitos de enriquecimiento ilícito
· El juez dicto sobreseimiento definitivo sobre el cuento de Abengoa y el cableado eléctrico subterráneo
· El juez declaró ilícita toda la supuesta prueba obtenida ilegalmente.
· El juez aceptó que se han dado las violaciones de tardanza en el proceso, comunicación ilegal con la prensa del expediente, detención ilegal, uso de prueba falsa para poner en prisión a Don Miguel Angel, trato cruel y degradante, politización, juicio mediático, obstaculización a la defensa y trato de impunidad para el delincuente confeso José Antonio Lobo Solera.
· El Juez Madrigal regaño fuertemente al Ministerio Público, aunque ahora el “fiscal-hombre del año 2004”, quiera enmendar la plana y enredar las cosas en sus declaraciones; lo que le faltó a el Juez Madrigal fue decretar la prescripción de las dos acusaciones de enriquecimiento ilícito, misma que ahora deberá obtener mi amigo Miguel Ángel en el juicio, pero ya con la confianza plena en lo que hemos sostenido, que dichos casos no tienen ningún fundamento para recibir condena alguna.

Así las cosas la felicidad de los que hemos permanecido al lado de Don Miguel, familiares y amigos seria total, si no fuera porque por ser el Señor Eliseo Vargas imputado, tanto en este caso ICE-Alcatel, como en el de CCSS-Fischel, no se podrá celebrar el juicio sino hasta que termine el primero, por tanto deberemos esperar a que ese juicio termine, pero como indicaba anteriormente, con la confianza de que ahora si, que el Juicio de don Miguel Ángel se esta desarrollando en el espacio que corresponde, los tribunales, se esta demostrando lo que hemos dicho hasta la saciedad: esto fue un enorme y burdo montaje político contra don Miguel, un hombre inocente que vino por su propia voluntad a dar la cara y enfrentar las acusaciones en su contra, con confianza en la justicia costarricense, misma que algunos medios quisieron tomar en sus manos, en sus paginas y sus emisiones diarias

7 de octubre de 2008

DECÁLOGO DE ABRAHAM LINCOLN


Existe alguna controversia, on-line, sobre si este decálogo, que alguna vez uso Ronald Reagan en un discurso, es realmente obra de Lincoln o no, entre otras coas porque Reagan, dicen, que no uso el punto 8...el hombre era consecuente, y si dejo un déficit tan grande como el que dejo, no iba a andar por ahí blasonando.

En fin, el decálogo circula desde hace días por e-mail como una lección que la nación norteamericana nos puede dar la resto del mundo, hoy, como que mas bien es una lección que ocupan en norteamerica y vale la pena recordar, sea cual sea su autoría.

Son solo diez muy simples premisas:

1 Usted no puede crear prosperidad desalentando la Iniciativa Propia.
2 Usted no puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte.
3 Usted no puede ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes.
4 Usted no puede ayudar al pobre, destruyendo al rico.
5 Usted no puede elevar al asalariado, presionando a quien paga el salario.
6 Usted no puede resolver sus problemas mientras gaste más de lo que gana
7 Usted no puede promover la fraternidad de la humanidad, admitiendo e incitando el odio de clases.
8 Usted no puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.
9 Usted no puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa.
10 Usted no puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

28 de agosto de 2008

Sesión ordinaria de Corte Plena celebrada a las trece horas treinta minutos del trece de agosto del dos mil siete

http://www.poder-judicial.go.cr/secretaria/corte/2007/024-1308.rtf.
N° 24-2.007
con asistencia inicial de los Magistrados Mora, Presidente; Rivas, Solís, León, Aguirre, Villanueva, van der Laat, Varela, Vega, Ramírez, Chaves, Arroyo, Pereira, Chinchilla, Solano, Calzada, Jinesta y los Suplentes Gerardo Parajeles Vindas y Roxana Salazar Cambronero, sustituyendo por su orden, a la Magistrada Escoto y al Magistrado Cruz, a quienes se concedió permiso con goce de salario para otras actividades del cargo.

ARTÍCULO XXII
El señor Ricardo Antonio Salas Bonilla, Coordinador del grupo “Dí la Cara” amigos de Miguel Ángel Rodríguez; en nota de 17 de julio pasado, manifiesta:
“Reciba un respetuoso y muy atento saludo; además del más profundo agradecimiento por la gentileza de recibirnos de manera tan expedita.
Como usted sabe, el pasado jueves 12 de julio de 2007, se cumplieron mil días, desde que el Ex Presidente de la República, don Miguel Ángel Rodríguez Echeverría renunciara a la Secretaría General de la OEA, y regresara al país para enfrentar las acusaciones por supuestos actos de corrupción, que un delincuente confeso hiciera en su contra, en una negociación de su castigo con la fiscalía.
Hoy, más de 1000 días de esto, don Miguel Ángel, que ha estado en prisión, que ha sufrido de vejámenes y violaciones a su condición de ser humano, según lo resolvió la misma sala constitucional de la Corte y sobre quien pesan medidas cautelares, no ha sido acusado, no ha sido juzgado, ni ha sido encontrado culpable de nada.
Con este aniversario tan triste, un grupo de amigos, que hemos organizado antes otras actividades, como la presentación de su libro “Di la Cara. Una batalla por el Estado de Derecho”, en el Colegio de Abogados de Costa Rica, una cadena de televisión, y varias giras alrededor del país, para presentar dicha publicación editada por Editorial Planeta, nos hemos organizado nuevamente; esta vez para recoger firmas de costarricenses de bien, de los mas diversos orígenes y estratos; todos preocupados por la defensa del Estado de Derecho y de los derechos humanos más elementales, para presentar la adjunta nota ante la Corte Suprema de Justicia.
En este documento, firmado por 2965 costarricenses, y que cuenta con el apoyo de otras personas de diversas nacionalidades alrededor del planeta, lo que solicitamos, no es más que Justicia pronta y cumplida, respeto al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos elementales de alguien que, antes de Ex Presidente o Ex Secretario General de la OEA, es un ser humano.
Somos conocedores de la importancia de la independencia del Poder Judicial, somos respetuosos de la misma y nuestro deseo, más que ejercer una indebida presión, es que desde su posición y dentro de sus posibilidades legales, nos ayude a que la máxima constitucional de “Justicia Pronta y cumplida” sea una realidad en el caso particular de nuestro amigo, don Miguel Ángel Rodríguez, así como de todos aquellos costarricenses que pudieran estar viviendo su misma situación.”
El Presidente, Magistrado Mora, dice: “Me parece que mejor analizamos este tema cuando tengamos más Magistrados presentes en la reunión.”
Manifiesta el Magistrado Vargas: “A mí me parece que los ciudadanos tienen todo el derecho de hacerle llegar a este pleno ese tipo de gestión, pero el pleno lo que tiene que hacer es archivarlo sencillamente, porque no podemos hacer otra cosa, ellos lo que están pidiendo, si lo entendí bien, es justicia pronta y cumplida, pero esta Corte no puede hacer absolutamente nada para que un Tribunal que corresponda dilucidar la situación jurídica del señor expresidente en esta causa la defina con prontitud o no. Ese es un problema en que nosotros ni podemos ni debemos intervenir en ese tipo de cosas. De manera que mi opinión, respeto su sugerencia señor Presidente, pero yo creo que en este caso lo que hay que hacer es sencillamente acusar recibo sin pronunciamiento alguno.”
El Presidente Magistrado Mora señala: “Según señalé me parece que esto deberíamos de disponerlo con un quórum que represente realmente el criterio de la Corte. Yo no diría que los quince que estamos no represente ese criterio, desde luego que si, pero estimo que si fuéramos a tomar una determinación como la que nos dice el Magistrado Vargas, pues podríamos seguir teniendo dificultades en el tratamiento de este asunto.”
Adiciona el Magistrado Arroyo: “No sé si en aras de tomar decisión y no postergar las cosas, si al Magistrado Vargas le podría satisfacer la fórmula de contestar cuál es el procedimiento dispuesto en la ley para este tipo de reclamos, es decir, se está reclamando lo que la ley prevé claramente cómo es que se debe de resolver. Si se estimara que mejor estuviéramos veinte o veintidós pues yo no tengo ningún problema, pero me parece que en el fondo eso es lo que procede, nosotros no podríamos recomendar nada que la ley no diga ya como se hace.”
El Presidente, Magistrado Mora, indica: “En el tema ya hay un procedimiento establecido en el Código Procesal Penal.”
Agrega el Magistrado Vargas: “Justamente en ese sentido, es decir, me parece inconveniente que la Corte Plena tramite una gestión de este tipo. A mí por ejemplo como juez sentiría algún tipo de presión, lo digo con toda franqueza. Por eso creo que nosotros debemos andar con sumo cuidado en este tipo de asuntos, y como no somos competentes para intervenir en este tipo de cosas, se acusa recibo de la nota sin pronunciamiento alguno. Ahora, si el pleno considera que quince no somos suficientes pues entonces yo no sé cuáles otros artículos aquí que están pendientes si tienen importancia para que quince le digamos que si o que no.”
Adiciona el Magistrado Arroyo: “Yo respeto muchísimo la posición del Magistrado Vargas, me parece que tiene mucho fundamento; el problema es de quién se trata, porque yo estoy haciendo un esfuerzo por entender qué pasaría si cualquier ciudadano, cualquiera de los cincuenta mil acusados penales que hay en este momento haría una gestión como esta, ¿qué haríamos nosotros?, ¿qué es lo que esta Corte haría? Entonces me parece que con ningún otro criterio deberíamos actuar.”
El Magistrado Chaves menciona: “Es que los firmantes plantean que don Miguel Ángel no ha sido acusado, no ha sido juzgado, ni ha sido encontrado culpable de nada. Ya don Miguel fue acusado, según entendí en los periódicos, entonces creo como ya una de las cuestiones que ellos están pidiendo se cumplió, pues entonces sólo deberíamos de tomar nota de este asunto, porque ya don Miguel Ángel está acusado, ya lo demás son trámites puramente judiciales que la Corte Plena no tiene nada que ver. A lo sumo, si no hubiera sido acusado hubiéramos podido pedir al Ministerio Público informe del por qué, a lo sumo, pero en este momento ya está acusado, o sea, ya lo demás es trámite judicial común y corriente a lo cual la Corte no tiene ninguna intervención, yo por eso tomaría nota del tema porque ya se cumplió uno de los objetivos que ellos querían.”
El Presidente, Magistrado Mora, indica: “Vamos a poner a votación el tema, una posibilidad sería por señalar de que el Código Procesal Penal establece cuál es el procedimiento a seguir en estos casos; la otra opción sería por archivar.”
Dice el Magistrado Vargas: “Yo entiendo don Luis Paulino, viene siendo lo mismo y entiendo la preocupación del Magistrado Arroyo, pero me parece que también mil o cincuenta personas ciudadanas podrían venir aquí a pedir también justicia pronta y cumplida para muchos que están todavía con casos pendientes, y si nosotros empezamos a meternos en ese tipo de cosas yo creo que en el pasado se dijo que los Magistrados ejercían presiones sobre jueces, esto a mí no me consta porque yo desde que estoy aquí nunca he tenido la sensación de que eso ha ocurrido, estoy absolutamente seguro de que eso no ha ocurrido, pero me parece que lo lógico en este caso, bueno, yo archivaría pura y simplemente.”
Menciona el Magistrado Solís: “Pregunto si la nota que firma este señor Ricardo Antonio Salas Bonilla es dirigida a la Corte Plena, o solamente a usted señor Presidente; que es un tema también a efectos de decir si como Corte tomamos acuerdo o no. En segundo lugar, para mí no hay ningún problema en que digamos algo y lo que tenemos que decir es lo que dice la ley, nosotros, Corte Suprema de Justicia en función administrativa somos un órgano administrativo y que por el principio de independencia judicial la tramitación que llevan los procesos penales, cuáles quiera que sean las características de los imputados, es resorte exclusivo del tribunal encargado de conocer esa causa. No hay que tampoco dejar de lado que la nota tiene un efecto eminentemente externo a lo que se quiera dar y es un tema de casi, diría yo, de carácter propagandístico, publicitario, mencionan a la Corte Interamericana, etc., etc. Entonces para mí o se da el simple acuse de recibo si fue dirigida a la Corte Plena, o se responde diciendo esto no es de nuestra competencia porque somos un órgano máximo en gestión administrativa y la tramitación de los procesos penales se hace de conformidad con las exigencias de la legislación penal aplicable.”
El Presidente, Magistrado Mora, aclara: “Efectivamente la nota que a mi me entregaron no dice que sea dirigida a la Corte, pero en las notas que cada una de las personas firmaron, que dicen son mil, se dice “hacemos un firme llamado a la Corte Suprema de Justicia para que asuma su responsabilidad constitucional y haga realidad en este caso como en cualquiera, el respeto al sagrado principio de justicia pronta y cumplida consagrado en el artículo 41 de nuestra Constitución Política”. En su oportunidad yo consulté sobre el proceder a los señores Presidentes de las Salas, en Consejo Consultivo, en ese momento no estaba la Magistrada León, la sustituía el Magistrado Rivas, y les pareció de que en razón de que aquí se pedía directamente a la Corte y que la gente que me lo entregó me había hecho la misma solicitud, lo que se estaba requiriendo es un pronunciamiento de la Corte.”
Manifiesta la Magistrada Villanueva: “Me preocupa el tratamiento diferente y la reacción diferente, y lo digo por mi; yo tengo muy claro que en el fondo del asunto nadie puede interferir en los órganos, pero cuando alguna persona se queja por atrasos, yo me preocupo y siento como mío que el funcionamiento sea el normal. En muchos casos he acudido a la Contraloría de Servicios y he trasladado cuando recibido la queja de fulano sobre atrasos en los asuntos, entonces les digo “le remito para lo que legalmente le corresponda”. Yo siento que en cuanto al funcionamiento y a la respuesta de la Institución, no en cuanto a cómo se resuelva, hay una responsabilidad nuestra, me parece, y así he actuado y que esa responsabilidad está desde los nombramientos que hacemos, desde los sistemas de sustitución y de toda la organización administrativa de Poder Judicial. Es claro que este asunto, como ustedes bien lo hicieron notar, tiene connotaciones que lo hacen a uno incluso alejarse y pensar pues mejor quitarse esto, y eso parece como que está bien; pero yo he de decir y sinceramente decirlo con claridad, no he actuado así cuando alguna persona en la calle me dice tengo un depósito judicial del encargado de los seguros del Colegio de Abogados que decía que hacía añales no le habían girado esta plata. Yo cogí su correo y se lo pasé a doña Lena White y le dije para lo que corresponda legalmente le remito esta inquietud. Ahora recuerdo otra cosa y yo no sé si entonces es que lo he hecho mal, había un señor de Puntarenas que llamó por teléfono a mi oficina, que hará unos treinta y cinco años no lo había visto y eran veintitrés mil colones su depósito, un pescador, que fue vecino de nosotros en Puntarenas y llamó para decirme “es que tengo un depósito pero me han dicho que se pasó aquí, que se pasó allá”, bueno, yo trasladé esa inquietud con los datos que me dio y le dije el teléfono es tal y le puse a la Contraloría de Servicios. Esto es para decirles que cuando hay una queja yo me preocupo, no en cuanto al fondo, no si procede o no la gestión pero si el servicio es o no el que corresponde.
Bueno, en este caso lógico que hay un contexto que amarra muchas cosas que nos presiona a todas y a todos, y quisiera que con tranquilidad visualizáramos eso. Otra de las opciones que yo veo es sin ningún pronunciamiento pasarle a los órganos encargados de la investigación para que vean que si hay o no razonabilidad y cumplimiento de la ley, a los mismos órganos. Personalmente yo quisiera tener esa opción, porque me parece que decir que si funciona esto rápido o no rápido no es asunto nuestro, ese no ha sido ese mi comportamiento con la Institución y no he sido indiferente nunca a una preocupación ciudadana y he tratado de hacer, respetando los procedimientos, lo que corresponde y no quisiera como actuar un poco diferente. No deseo nunca favorecer o no favorecer a nadie, sino que en todo caso el Poder Judicial actúe de la manera más adecuada. Mi voto sería para trasladar esto a los órganos que correspondan para que analicen si la queja tiene o no fundamento, pero por lo menos que se enteren quienes están con esto en sus manos y vean a ver si tienen o no razón, pero de otra manera no siento que las opciones que se pusieron sean congruentes con la manera que yo he actuado antes.”
Expresa el Magistrado González: “A mí me parece que no son incompatibles, si usted me lo permite Magistrada Villanueva, como una humilde y simple sugerencia. Señalar que este tema no corresponde en cuanto al fondo ni en algún aspecto a la Corte Plena, que es un órgano ajeno respetuoso de la independencia del juez, etc. etc., de lo que se piensa decir y que el trámite es este, y poner en comunicación de las autoridades pertinentes para que valore las manifestaciones y apreciaciones que hacen los firmantes, a fin de que aprecien un eventual retraso. Es una diferencia tan sólo.”
Refiere la Magistrada Pereira: “Iba en el mismo sentido de retomar un poco la inquietud de la Magistrada Villanueva, y a la opción primera simplemente al final agregar que remítase a la Contraloría de Servicios como cualquier otra causa.”
El Magistrado Solís Adiciona: “Ahora que hacemos memoria, yo creo, si no se nos ha olvidado, hace como dos años y medio vino a la oficina de don Luis Paulino un grupo de ciudadanos y nos pidió que los Magistrados de la Sala Primera lo acompañáramos a atender aquella reunión. Era una hora un poco difícil, a la una de la tarde, y estuvimos dos Magistrados de la Sala Primera, si la memoria no me falla, porque un grupo de ciudadanos encabezados por un expresidente de la República, don Rodrigo Carazo, un político como don Cristian Tattemback -ya desaparecido-, intelectuales universitarios, dirigentes sindicales; en fin, personas que representaban distintos segmentos de la sociedad costarricense a nivel político, a nivel académico, a nivel social, etc. Venían a entregarnos una nota de queja y exigiendo la definición de esta Corte sobre un tema muy puntual que se estaba dando con un juicio agrario que se estaba tramitando en Sarapiquí, sobre el tema de unos campesinos precaristas que habían invadido, en principio, unas tierras propiedad de la bananera y manifestaban influencias indebidas de un exmagistrado, que en ese momento era examagistrado que se hallaba en uso de su profesión y unas actuaciones que en el criterio de estos ciudadanos denunciantes, ponían en tela de duda la imparcialidad del Juez Agrario. Ellos firmaron la nota y se la entregaron a don Luis Paulino, vino a Corte Plena y lo que la Corte Plena decidió fue trasladarle esa nota a los órganos correspondientes, y como estaba de por medio una denuncia contra un juez, a la Inspección Judicial para la investigación y debida resolución de ese tema, que yo no sé después que habrá sucedido, porque el tema nunca regresó a Corte Plena, me imagino que la Inspección Judicial determinó lo que tuvo que determinar, pero hasta ahí fue la participación que se hizo por parte de la Corte Plena. Sólo que en ese caso era una denuncia dirigida a un caso puntual, a un expediente definido que ya estaba siendo tramitado como un juicio, si la memoria no me falla, ordinario de reivindicación agraria. Lo traigo a colación para recordar que hay veces que la Corte hace esos traslados de denuncias a los órganos correspondientes. En este, en puntual, sinceramente yo nada más me leí lo que viene transcrito en la agenda que aparece en la versión electrónica, y no me leí las notas adjuntas que han firmado ese grupo de ciudadanos. Yo no sé en este momento si está abierta o no la causa penal contra esta persona, entonces planteo una duda: ¿nosotros como Corte Plena podemos trasladarle a un órgano disciplinario o de investigación disciplinaria, actuaciones del Ministerio Público, de la Fiscalía General? ¿Somos en ese sentido también competentes para hacer esas valoraciones para un caso concreto?, porque entonces, de darse esa decisión se le estaría trasladando a la Inspección Judicial, eventualmente que es el órgano competente o al Fiscal General y entonces el Fiscal General nos va a responder lo que él considere oportuno responder. Entonces, con todo respeto, pero sinceramente, sería como un pase de trasladar ese problema allá para que allá nos devuelvan el problema hacia acá y no tomamos decisión alguna. Es como decía muy bien la Magistrada Villanueva, que es como una brasa que quema las manos y tirémoslo al primero que pase y ojalá que la ataje bien, pero yo creo que no es eso, creo que es algo más que eso, es algo más que va en la línea de entender cuál es la posición de la Corte Plena, actuando como Corte Plena en este tipo de debates; porque de pasárselo para que la Fiscalía nos dé una respuesta de qué es lo que está haciendo o qué es lo que ha dejado de hacer en ese expediente; con todo respeto, sería peligrosísimo y desde ya doy mi voto negativo, ¿pero entonces qué es lo que vamos a pedir a esos órganos? Primero, saber a cuáles órganos le vamos a pasar esta candente documentación, y segundo, qué vamos a esperar de esos órganos. Porque si lo que vamos a hacer es quitarnos las brasas yo votaría para que aquí dijéramos lo que inicialmente queríamos decir, que eso procesalmente no es posible, la independencia del juez, es que está ya a nivel jurisdiccional y no de actividad de investigación del delito, etcétera; pero sí verlo en su debido entorno.
También les recuerdo que esta no es la vez primera que viene un tema sobre este caso aquí. Propiamente el afectado, el señor Miguel Ángel Rodríguez, en varias ocasiones ha mandado notas de protesta, pidiendo investigaciones y en algún caso hasta se le dio traslado de esa investigación o se le pidió información a la Fiscalía General y creo al Organismo de Investigación Judicial, por las actuaciones realizadas por esas unidades de la Fiscalía y administrativas con ocasión de su detención. Entonces el tema hay que verlo, no individualmente, sino también en su debida dimensión. Es un tema complejo, porque complejo también es el caso como también la situación es de naturaleza eminentemente de política institucional, al respecto. Por eso la decisión que tomemos debe estar muy de la mano con anteriores decisiones que sobre esta misma persona la Corte ha tomado en meses pasados.”
Dice el Presidente, Magistrado Mora: “Voy a contestar un par de temas de los que plantea el Magistrado Solís. Como había pensado que este tema lo mejor era que lo dejáramos para otra ocasión, pues no tuve oportunidad de decir qué fue lo que ocurrió con anterioridad a lo que se ha referido. Don Antonio y otras personas más llegaron a mi oficina a dejarme este documento y a decirme que tenían interés de que la Corte hiciera pronunciamiento al respecto. Yo les dije que el tema, prefería primero consultarlo con los Presidentes de Sala, porque me parecía que podía existir una interferencia en el principio de independencia de los jueces. Ellos mismos me dijeron que era lo que menos querían, que no tenían ningún interés de que se fuera a pensar de que aquí se estaba presionando a la Judicatura, que lo que estaban señalando es que este asunto tenía más de mil días de tramitación y no se tomaba una definición y que ya era tiempo de que se hiciera. Dos o tres días después, yo puedo jurar solemnemente que no hice llamado al Ministerio Público informándole sobre la petición, se presentó la acusación en este caso. Para mí fue una circunstancia que incide entre lo que me dijeron era la pretensión mayor que se tenía por parte del grupo. Estimo que el criterio de la Magistrada Villanueva de que enviemos esto a la Contraloría de Servicios, puede ser una buena forma de resolver, pues es un órgano que podría establecer si en el caso se ha dado una falta a la debida atención de un usuario. En los escritos y la conversación que tuve con los que me los entregaron no se dice ni se me dijo, que lo que se pretendía era la aplicación del régimen disciplinario. Si esa fuera la pretensión, así debió decirse y presentarse la queja ante el órgano correspondiente, cosa que no se hizo, lo que se me dijo en esa oportunidad es el interés de que el asunto tuviera ya prontamente un desenlace y eso fue lo que ocurrió dos o tres días después.”
El Magistrado Vargas añade: “Recuerdo que a la Sala Constitucional en varias oportunidades ha acudido gente mediante el recurso de Habeas Corpus, particularmente recuerdo en este momento el caso del expresidente Calderón Fournier, en que la defensa se presentaba a la Sala diciendo que se había extendido demasiado la investigación y solicitaban consecuentemente que se ordenara la celebración del juicio, que se presentara la acusación. La Sala, por mayoría, declaró sin lugar los recursos, porque nos pareció que hay unas instancias y unos procedimientos en la legislación que corresponde a la defensa hacer uso de ellos y creo que este es un caso de esos. La Sala Constitucional no trasladó nada a nadie y no creo yo que en este caso tenga que intervenir, con todo respeto, la Contraloría de Servicios, ¿por qué? porque es un asunto jurisdiccional; el Código Procesal establece un mecanismo para que la gente vaya donde el juez, para que el juez ordene al Ministerio Público y le dé un plazo para terminar la investigación; pero bueno, hay investigaciones que son de una altísima complejidad y entonces toma mucho tiempo, hay mecanismos también que los mismos Tribunales permiten la extensión de plazos para continuar una investigación. Yo de todas maneras lo único que pido es que se me ponga la alternativa que está en este momento en la pantalla como dos, porque quisiera que quede registrado que no voy a dar un paso en una gestión de esta naturaleza, porque esta Corte es absolutamente incompetente para dar trámite a una gestión de esta naturaleza.”
La Magistrada Villanueva señala: “Con la explicación del señor Presidente acerca de la conversación, yo deduzco entonces que lo que ellos solicitaban era la presentación de la acusación, y que esa acusación ya sucedió; Entonces desde mi óptica eso varía, porque yo lo que no creo es que no acudiría nunca a la Inspección, por ejemplo, porque mi objetivo o mi finalidad en esto es que los procesos y los trámites legales se cumplan y se realicen y por eso no opto nunca por ir a la Inspección si no hay una gravedad que sea clara y manifiesta, sino lograr lo que la gente reclama que parece procedente o que determinen que es procedente. Si en este caso ya el objetivo se cumplió entonces más bien la explicación era en el sentido de lograr lo que se pretendía y si eso ya se logró entonces las cosas cambian.”
Recibida la respectiva votación, por mayoría de doce votos, se acordó: Tomar nota de la misiva del señor Ricardo Antonio Salas Bonilla, a quien se hace de conocimiento que para la situación que expone, el Código Procesal Penal establece cuál es el procedimiento a seguir. En ese sentido emitieron su voto los Magistrados Mora, Rivas, Solís, León, González, Aguirre, Villanueva, Vega, Arroyo, Pereira, Chinchilla y el Suplente Parajeles Vindas.
Los Magistrados Chaves, Vargas y la Suplente Salazar Cambronero, votaron por archivar la nota del señor Salas Bonilla, sin más pronunciamiento.
- 0 -
A las 16,40 finalizó la sesión.

18 de agosto de 2008

SALAS, Asturias parte II final





Simbolo del Camino de Santiago, en SALAS




Vista panoramica desde el Castillo de SALAS

SALAS, ASTURIAS parte I


Hace unos cuatro o cinco años, mientras vivíamos en Madrid, mi esposa Melanie me regalo un viaje muy lindo, en ocasión de mi cumpleaños, que incluyo visitar ciudades como: Valladolid, la tierra que da origen a mi apellido SALAS y la noble y siempre leal ciudad de Oviedo.

He aquí una pequeña reseña de SALAS con un par de fotos...sirva este como inicio a una serie de crónicas de aquellos años vividos en el viejo continente, cuando los viajes eran más frecuentes.

foto derech.: Colegiata de Santa María la Mayor de Salas

La Villa y el Concejo de Salas son la “Puerta del Occidente Asturiano”, conociéndose mucho menos que la zona oriental donde estan "Los Picos de Europa".

La villa medieval de Salas está situada en la vega del Narcea en su confluencia con el Nonaya.Durante la dominación romana Salas tuvo numerosas explotaciones auríferas y fruto de ello surgió la villa romana de Doriga.
Las primeras referencias documentadas de Salas corresponden a la edad media con una donación del príncipe Gonzalo al Obispado ovetense en el año 896, en la que se incluye la iglesia de San Martín.


En el año 1277 Salas consigue la carta puebla por obra de Alfonso X y la población aumenta alrededor del castillo donado por Doña Urraca al conde Suero en 1120. Del poder feudal se conserva el Castillo de Salas o Torre de los Valdés, el Palacio de Doriga y la Torre del Coto de Soto de los Infantes.

La iglesia de San Martín fue fundada en el S. X y presenta elementos prerrománicos que se encuentran alojadas en el actual Museo del Prerrománico en la torre anexa del palacio de Valdés Salas.


arriba derecha.: Castillo de SALAS o Torre de los Valdes



Salas es parte de la ruta Jacobea, hacia el norte del caserío a pocos metros de la ruta actual ya se puede ver el Camino de Santiago.

11 de agosto de 2008

Lo que no se esta viendo en la publicidad del Gobierno

Comparecencia del Minstro Arias ante la Comisión Permanente Especial para el Control del Ingreso y el Gasto Públicos
Acta de la sesión extraordinaria 15--07 de Agosto--

EL PRESIDENTE:

...

Diputado Quirós Lara, tome sus diez minutos.



DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Señor Ministro, ¿quién tomó la decisión de que estos fondos no entraran al Presupuesto Nacional?

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Señor Diputado, yo preferiría que usted me ampliara la pregunta, para poder contestarle.

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

¿Quién tomó la decisión de que estos fondos no entraran al Presupuesto Nacional? ¿Qué persona? Física.

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Como yo lo manifesté en mi comparecencia, la misma estructura del Banco…

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Perdóneme, señor Ministro, ¿qué persona específica fue la que tomó la decisión? Yo oí su exposición con mucho interés. ¿Quién tomó la decisión? Porque eso usted no lo dijo en la exposición. ¿Quién tomó la decisión de que esto no entrara a Presupuesto Nacional?

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Señor Diputado, mire, para entendernos. Usted es un miembro de un Poder de la República…

DIP. QUIRÓS LARA:

Señor Ministro, es una pregunta muy fácil. ¿Quién tomó la decisión de que no entrara al Presupuesto Nacional?

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Yo se lo voy…

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Yo le entiendo que usted puede explicarme las motivaciones, pero esa es otra pregunta. Es, ¿quién tomó la decisión?


EL PRESIDENTE:

Señora Diputada. Estrictamente por el orden.

DIPUTADA ANTILLÓN GUERRERO:

Estrictamente por el orden. Le solicito que se deje al señor Ministro de la Presidencia contestar.

EL PRESIDENTE:

Dentro del tiempo del señor Diputado, él tiene la potestad de administrar ese tiempo. Los demás señores diputados que hoy abundan aquí, le cederán al señor Ministro el tiempo para hacerlo.

Diputado Barrantes. Estrictamente por el orden.

DIPUTADO BARRANTES CASTRO:

Estrictamente por el orden.

Me parece que el compañero Quirós Lara hace una pregunta concreta. Yo entiendo la respuesta que usted da, que pueda administrar el tiempo. Pero aquí el tema es, que venimos a una Comisión de control de los fondos de la Hacienda Pública, y me parece que don Mario Quirós ha sido tres o cuatro veces insistente.

EL PRESIDENTE:

Diputado, usted me está hablando por el fondo y no es el orden...

DIPUTADO BARRANTES CASTRO:

No, por el orden, no es de orden aquí, ¿no?

EL PRESIDENTE:

No, no es de orden, señor diputado.

DIPUTADO BARRANTES CASTRO:

¿Qué es el orden para usted?

EL PRESIDENTE:

Lo que le quiero decir es que, más bien le estoy dando la potestad al diputado Quirós Lara, si él no le permite él tiene la potestad, ¡él tiene la potestad! ¿Me explico?

Diputado Quirós Lara, usted administra sus diez minutos, y le aseguro que le he rebajado estos segundos del orden.

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Yo con mucho gusto se la voy a contestar, diputado, no hay problema.

Lo que yo quería decirle es que, yo sé que usted tiene todo el derecho de hacer las preguntas bajo la modalidad que usted considera apropiados. Yo también vengo aquí como un miembro de otro Poder de la República que, también creo que tengo el derecho de contestar bajo la modalidad que yo considere apropiado. Entonces nos...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Mire, aA mí me gustaría...

EL PRESIDENTE:

Señores diputados, por favor...

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

...entonces nos vamos a entender bien...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Señor Ministro, yo por supuesto que respeto que usted pueda contestar, pero yo quisiera que conteste la pregunta que yo le he hecho...

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Con mucho gusto.

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

...la pregunta es, ¿quién...? porque yo tengo el tiempo limitado, y si usted me contesta otra cosa, que no es la yo pregunté, pues yo nunca voy a averiguar lo que pregunté, o no puedo averiguar las otras preguntas que yo tengo. De manera que, yo le solicitaría a usted que una pregunta tan sencilla como, ¿quién fue quien decidió que esto no entrara al presupuesto nacional?, no veo cuál es el problema con esa pregunta; es decir, ¿dígame un nombre de una persona?, si es posible.




LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Mire, es que yo sé muy bien las preguntas que se hacen para sacar de contexto las afirmaciones.

Déjeme decirle claramente: yo le expliqué aquí que habían tres modalidades en que este Convenio trabajaba: transferencia financiera directamente a la Casa Presidencial...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Yo oí todo eso, señor Ministro.

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Okey. Y existía la posibilidad de que se optara por la tercera opción...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

¿Quién tomó esa decisión?

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

...que era manifestarle al Banco que se manejara los fondos y las contrataciones directamente por parte del Banco. Esa decisión la tomé yo, y conjuntamente se la comunicamos al Banco en dos notas por escrito, que...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Muchas gracias señor Ministro.

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

... firmamos por escrito, usted lo puede...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Muchas gracias. ¿Fue usted el que hizo la comunicación al Banco acerca de eso?

EL PRESIDENTE:

Señor Ministro, tal vez si me permite la interrupción...




LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

Déjeme aclararle también a precisarle la respuesta, Fui yo en una nota que firmé conjuntamente con el Presidente de la República, en que le enviamos al Banco aceptando la tercera modalidad que el Banco establecía en su Convenio. Y lo hicimos así porque teníamos claro el fundamento jurídico de la Contraloría, de la Procuraduría y de la Sala Constitucional...

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Muchas gracias.

Señor Ministro, usted explicó bien en su intervención....desde el punto de vista...

LIC. RODRIGO ARIAS SÁNCHEZ:

...y lo hago con base en representando al Gobierno de Costa Rica en esa función que tengo.

EL PRESIDENTE:

Señor Ministro, eh...

Proceda señor diputado.

DIPUTADO QUIRÓS LARA:

Entiendo entonces que fueron el señor Presidente y usted quienes decidieron irse por la opción que no incorporaba eso al presupuesto con las motivaciones que usted explicó.

Una de las motivaciones que usted explicó es que esto daba mayor transparencia a la gestión de fondos. ¿Usted cree que incorporada al presupuesto nacional no iba a tener transparencia, o que en este caso era mayor la transparencia, que incorporado al presupuesto nacional?